Para la salud decimos:
No me alivio con nada, ninguna medicina me hace, ya es normal que me duela, siempre me enfermo, me siento morir, no tengo ganas de nada, todo me duele… esta enfermedad la tiene mi mamá, mi abuela…
Mejor di: Gozo de una salud perfecta y me siento agradecido por ello, Dios me está restaurando mi Salud, esta enfermedad no ha venido para quedarse, está pasando, cada día me siento mejor, estoy mejorando día tras día, mi cuerpo tiene la capacidad de sanarse y lo está haciendo de manera maravillosa, soy fuerte estoy sano, mis órganos trabajan en sincronía perfecta, la salud es mi estado natural.
Para situaciones de dinero decimos:
No puedo salir de deudas, no me alcanza, el dinero se me va como agua, todo está carísimo, apenas sobrevivo con lo que gano, yo no podría comprar eso ni en sueños, para que quiero tanto dinero con lo que gano me alcanza bien, estaría yo loco para comprar algo tan caro
Mejor di: Entro en la abundancia, tengo más que suficiente, el dinero es mi amigo, se multiplica y permanece en mi vida y en la de mi familia, tengo el favor de Dios, las bendiciones llegan a mí, esta situación también está pasando, agradezco por tener dinero para cubrir todas mis necesidades, mi economía es cada día mejor.
Cada vez que te pregunten, ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?
No digas, más o menos, pasándola, pues aquí seguimos, persiguiendo la tortilla, cada día más viejo, trabajando como negro, pues aquí seguimos dando guerra ya es ganancia.
Mejor di: Genial, de maravilla, espectacular, mucho mejor que ayer, avanzando, feliz, grandiosa.
Y sobre las situaciones siempre haz todo lo posible por expresar lo quieres ver y no para describir la situación.
Utiliza tus palabras para edificar tu vida y la de los demás, no para destruirla, es decir para bendecir y no para maldecir.
UTILIZA TUS PALABRAS DE EDIFICAR TU VIDA, NO PARA DESTRUIRLA, ES DECIR PARA BENDECIRLA NO PARA MALDECIRLA.